Hay pocos videojuegos que hayan trascendido su categoría de tales para ir más allá de sus propias limitaciones técnicas. Incluso aquellos más afamados no dejan de ser, en el fondo, un puro y duro entretenimiento para niños/jóvenes, (aunque la edad del público, conforme avanza la de la industria, se acerque cada día más a los adultos.) ICO, creado por Sony en 2001 para su Playstation 2, es una de las escasas excepciones que trascienden el videojuego y se acercan a una experiencia visual cercana, y lo digo sin exageraciones, al arte.
La historia del juego transcurre en un espacio atemporal e inconcreto, donde un niño que ha nacido con cuernos es encerrado para morir sepultado. Tras escapar de su prisión, se descubre en un castillo donde una muchacha va a ser sacrificada para garantizar el poder de una reina hechicera. Ico, que así se llama el joven héroe, decide liberarla y buscar el modo de escapar de la fortaleza al tiempo que evita los ataques de unas sombras malignas que los acechan por doquier.
En cuanto a la mecánica, se nos permite una total libertad de movimientos por el castillo, lo que incluye las acciones más acrobáticas que se puedan imaginar: saltos, escalada, ataques, etc… Mención especial merecen las animaciones de los personajes, de una fluidez que raya en el hiperrealismo. Por otra parte, las sensaciones que transmiten sus gráficos, intencionadamente envueltos en una ligera niebla, unidas a la impagable belleza visual de los escenarios y a la emotiva relación entre sus personajes, hacen de este juego una experiencia diferente. La ausencia de diálogos y el magnífico trabajo del departamento de sonido logran, finalmente, una sensación de inmersión como pocos juegos han logrado.
Como tal rareza, ICO tuvo muchos detractores en su momento. Quizá se debió a lo simple de su argumento (un joven que salva a una princesa en un castillo no parece el colmo de la originalidad, precisamente), o al extraño control y concepto de juego (la princesa llegaba a resultar molesta en muchos momentos, por su lentitud y torpeza). El caso es que el gran público dio la espalda a este juego, que no obstante ha sido considerado como uno de los mejores de su época y ha conocido dos secuelas (una de ellas soberbia, Shadow of the Colossus, nuestra otra gran alternativa para este Top 20; la otra aún está en fase de desarrollo, aunque ha sido confirmada).
Este juego es especialmente recomendable para aquéllos que consideran que el videojuego es un artefacto de consumo menor e infantil, pero también para jugadores veteranos que creen haberlo visto ya todo en este sector. Es incomparable a nada de lo visto con anterioridad, proporciona una experiencia visual única y ha ejercido una poderosa influencia en numerosos títulos posteriores, con mayor tirón entre el público pero sin la magia, el encanto y la originalidad de éste.
ICO, en suma, justifica la compra de una consola y tal como ocurre en la ficción de su trama, es simple y llanamente atemporal. Una obra maestra.
P.D: http://www.youtube.com/watch?v=8FQ-0vqHAro No hagan caso de la calidad de la imagen de youtube. No hace justicia, ni de lejos, al aspecto audiovisual y al elemento emotivo que se disfrutan en el juego.
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