Los juegos de estrategia han experimentado un auge importante con el paso de los años. Da igual que la ambientación sea histórica (Age of Empires, Civilizations) o ficcional (World of Warcraft), el caso es que tienen un público incondicional y deseoso de nuevas entregas. Por haber, hasta existe uno ambientado en la Guerra Civil española, y todo ello por no mencionar un clasicazo como Comandos, un juego excelente con denominación de origen.
Ahora bien, no conviene olvidar que existe un antecedente que sentó las bases del género, allá por 1991, cuando Westwood Studios publicó Dune 2: The building of a Dinasty. El juego continuaba la novela clásica de Frank Herbert, con un espíritu visual heredero de la adaptación cinematográfica de David Lynch. Algo sencillo (sprites en 2-D, colores chillones, perspectiva cenital única) pero efectivo.
La mecánica consistía en escoger una de las tres casas que se disputaban la riqueza del planeta Dune (Atreides, Harkonnen y Ordos), y a partir de ahí comenzar a conquistar uno a uno los territorios principales del sistema. La especia, algo así como el petróleo de Dune, es lo que permitía ingresar dinero con el que emprender construcciones militares, defensivas o estratégicas. La producción de soldados, naves de combate y máquinas recolectoras de especia se convertía en toda una obsesión, al tiempo que la exploración de las áreas permitía descubrir los secretos de cada nivel. Atención especial recibían los monstruosos gusanos de arena, una verdadera pesadilla con una presencia progresiva a lo largo de las fases del juego.
Dune 2 era lo que los ingleses llaman una killing time machine, una devoradora de tiempo que tenía a los jugadores enganchados durante horas y horas. Particularmente satisfactorio era el momento en que finalmente lanzabas al grueso de tu ejército contra la base enemiga, e ibas destruyendo sus defensas e instalaciones hasta obtener la victoria. Lástima que la inteligencia artificial de los enemigos no fuera nada del otro jueves (establecían rutas predeterminadas e inamovibles, aunque pusieras un muro, y lo de resolver puzzles no era precisamente lo suyo), porque de lo contrario estaríamos hablando de un juego aún mejor.
Es significativo, no obstante, que de todos los juegos de estrategia aparecidos hasta la fecha (y ya van casi veinte años), todavía no haya surgido ni uno solo que cambie de forma significativa lo dicho por Dune 2. Esos fueron los cimientos de un edificio que, de momento, se conforma con sentirse bien asentado en la arena de las dunas.
P.d: http://www.youtube.com/watch?v=1jDZ4bLaoUc&feature=related
1 comentario:
Es Commandos, con 2 M, no con una, y el World of Warcraft, es un MMORPG o juego de rol multijugador masivos on-line(Massively multiplayer on-line role-playing game). En todo caso, la referencia debería tratarse a la saga Warcraft, compuesta por 3 partes y expansiones concretas.
PD: ¿Cómo no me pones referencia al Starcraft? Pero si ese juego fue hasta deporte nacional en Korea, señor mío.
Un Saludo
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