martes, 27 de enero de 2009

Bolonia y Botellón.


Iba el otro día caminando por mi excelsa universidad, rodeado de la flor y nata de la intelectualidad madrileña (es un decir), cuando de pronto me pararon tres jóvenes pertrechados de panfletos y vasos de kalimotxo:

- Oye, chaval, ¿tú estás a favor de Bolonia?

Me detuve al instante, sin saber a qué venía aquello. Luego recordé que era San Canuto, y por tanto fecha propicia para todo tipo de campañas en pro de los derechos humanos, animales y extraterrestres. Eso explica, respectivamente, la presencia de vino adulterado y papel reivindicativo en manos de mis agresores verbales, a quienes respondí:

- En realidad, sí. Por lo que sé del asunto, es un plan que busca equiparar los títulos universitarios españoles con los del resto de Europa, además de introducir unos lazos de unión más estrechos entre el mercado empresarial y la universidad. Eso por no hablar de la obligada reforma en los planes de estudios, algo que venía siendo cada vez más urgente.

En honor a la verdad, debo decir que no lo expresé de esta forma, aunque la idea era similar. Mis asaltantes se miraron, quién sabe hasta qué punto imbuidos por sustancias etílicas de la más exótica naturaleza, y uno de ellos, el que parecía ser el líder, me espetó:

- O sea, ¿que tú quieres que se meta aquí el negocio privado y provoque la quiebra de la universidad pública? ¿Quieres que nos dejen sin becas, y que nos obliguen a financiarnos unos másters de especialización que superan con creces las posibilidades económicas de cualquier estudiante medio?

Si en mi caso ya tenía pocas dudas, en esta réplica es forzoso insistir en mi escasa fidelidad a las palabras del cabecilla de los panfletarios, (no así a la idea, ojo). Comenzó entonces una de mis habituales jaquecas. La música sancanutense inundaba de jolgorio los corazones universitarios, que a una semana de exámenes ahí estaba, dándolo todo por su futuro a base de empinar el codo, y aturdía mis ya de por sí confusos sentidos.

- No, creo que has entendido mal lo que quería decir. Desconozco la relación exacta que hay entre Bolonia y las becas, pero esa reducción se viene dando ya desde hace años. En cuanto a lo de la quiebra de la universidad, no creo que Bolonia pueda empeorar aún más esta situación. El sistema educativo español, y la universidad no es una excepción, lleva décadas siendo un motivo de vergüenza para un país supuestamente desarrollado como éste. Sobre los másters no sé qué decirte, desconocía ese dato, así que supongo que en eso llevarás razón.

El líder miró al resto, triunfante, y me alargaron una hoja para que firmara en contra del plan. Traté de explicarles que a pesar de mis concesiones pensaba mantenerme en mis trece, al menos hasta disponer de fuentes de información más fiables sobre el asunto. Aquello provocó que mis primarios interlocutores pasaran del entusiasmo a la descalificación, llamándome de todo menos guapo. Verme abandonado de aquella excelente compañía me obligó a continuar mi camino hacia el coche, mientras me planteaba cuestiones de gran calado metafísico.

Posiblemente el plan de Bolonia no sea perfecto y tengamos que lamentar a medio plazo algunas de sus consecuencias directas. Sin embargo, no conozco a nadie de mi generación que saliera de la universidad no ya alabando sus virtudes, sino diciendo siquiera que su estancia de cuatro o cinco años allí le sirvió para algo más que una juerga o distracción en forma de faldas cortas. Muchos de esos mismos amigos o compañeros ahora trabajan en las mismas empresas que desconocían por completo antes de entrar, y en las que han aprendido todo cuanto saben. Otros tantos intentaron marcharse a Europa con las famosas becas Erasmus, y volvieron encontrando millones de problemas para convalidar asignaturas; y lo más importante, algunos han tratado sin éxito de trabajar en el extranjero, algo impensable en tanto que sus títulos valían allí lo mismo que el de barrendero, con todos mis respetos para la profesión.

En cualquier caso, poco o nada van a conseguir los voceros pseudo-progresistas y antisistema mientras vayan con la litrona por delante y esa actitud que mezcla arrogancia y pasotismo. Más les valdría agarrar uno de esos libros que tanto dicen merecer, y hacer valer el dineral que el estado está pagando por sus botellones semanales, San Canutos y demás homenajes a la pandereta constante que es la España universitaria. A lo mejor en ese caso lograban que alguien, más importante o decisivo en su opinión que el que esto escribe, les hiciera algo de caso.


(San Canuto, el día después. Para que luego me llamen exagerado)

4 comentarios:

Victor Abarca Ramos dijo...

Muy muy muy buena la entrada. sí señor!! pero bueno, siempre digo que se pierde la razón con las formas, y la verdad que la manera en la que te han expuesto este tema no es la más adecuada. El parrafillo que te han echado sobre Bolonia es bastante acertado. No estoy a favor de Bolonia por una cuestión muy muy sencilla: se reduce el tiempo de clases. Creo que Bolonia es un paso más a la idiotización a la que nos están acostumbrando en la uni. Si ya de por sí está fatal, Bolonia pretende alargar la Primaria hasta la universidad. Está bien ideado eso de que las clases sean más reducidas, pero, el temario te lo debes preparar casi casi en tu casa. En una carrerar como la mia eso no es problema, porque no aprendo nada allí y leyendo los apuntes que me dejan en el campus virtual sería suficiente. El problema está como tu bien dices en ese "entorno laboral" aquí es donde si quieres trabajar de lo que has estudiado: hazte un máster chaval!Y sino ponte de barrendero en Madrid, Bostón o París, porque no podrás trabajar de ello. No se basa en la privatización de la universidad pública como la gente piensa ya que seguirá habido becas e incluso podrás ser "publicista" en cuatro años. Pero claro, no serás licenciado, lo que tendrás será un grado. Y me puedes decir que esto da igual no?, pues no. las empresas no quieren contratar a graduados porque para empezar no saben muy bien como funciona este sistema de Bolonia, prefieren contratar la mediocridad de los licenciados que por lo menos ya saben lo poquito que sabemos y que nos han enseñado en nuestra gloriosa licenciatura.

Bueno, me estoy perdiendo en mi própio razonamiento. Pero básicamente es que visto desde el punto de vista actual para las personas que ya tienen básicamente su vida resuelta, Bolonia está genial. Pero por ejemplo para mí que si repito o me queda una sola asignatura me tengo que pasar a Bolinia, este plan me huele a bulo.

El Bardo Leonardo dijo...

Pues...yo también ando al desinformado en cuanto al Plan Bolonia y su repercusión directa hacia el bolsillo, pero, por lo que he llegado a entender, éste, lo que pretende, es, una vez realices la formación de la carrera ( lo que actualmente se conoce como Diplomatura o Licenciatura) no pasa más allá de una serie de asignaturas comunes y tan sólo año y medio (o 2, no me hagas mucho caso) de formación específica, es decir, deja tu título universitario practicante inservible, salvo que, tires de billetera, y ejerzas el estudio superior o especialización, (lo que viene siendo un máster, pero mucho más caro y mucho más largo). En el cuál no entra la posibilidad (o es mínima) de la concesión de becas.

Así, me parece bien, lo de la equiparación de títulos académicos con el resto de Europa (lo que le pasaba a tus amigos, también les pasa a los de fuera cuando vienen a trabajar a España, así que...se matarían 2 pájaros de un tiro)pero no a ese precio.

Sirva que mi opinión esta basada en columnas un tanto endebles, y es lo que tengo entendido, si alguien tiene una mejor y más fiable información del asunto, estaré encantado de leerla o escucharla.

PD: La gente se olvida pero San Canuto es tambien San Mario, pero claro...los porros...son mejores que el recuerdo de la Fontanería a base de saltitos y recogiendo champiñones...¬¬

Laura Navas M dijo...

Somos una juventud que vive por vivir, sólo unos pocos se atreven a pensar en un futuro en común.
Si miro a los mayores veo que a los inteligentes se les llama raritos y fracasados, mientras que a los que no tocaron un libro en su vida se les alaba.
Si miro a los pequeños, me asusto todavía más. Los que juegan con muñecos y leen son 4 en un grupo de 96 chavales que llevan los calcetines por encima de los pantalones (¿¿¿moda???) y se expresan diciendo "reshulo" "niniahh" "er manu, er lolo, er javi..." ......
Y luego los universitarios que defienden valores humanitarios sólo porque está de moda ser progre. Y si dices lo contrario...¡reaccionario! o facha que es peor jajajajaja.

No sé, prefiero pensar que todavía queda gente que no tenga miedo a ser diferente del rebaño.

Me enganchas :)

Yékov dijo...

Supongo que habrá que esperar al primer año de universidad para evaluar cómo está el asunto de diferente y si en verdad cambia tanto.

Por cierto, la foto de la autónoma al día siguiente de San Canuto me recuerda mucho a la "fiesta" por el fin de exámenes de Selectividad...no sé si verías cómo estaba el panorama, pero muchos de los futuros universitarios acabaron arrancando árboles de cuajo, sin mencionar claro cómo quedó todo después de limpio...