Busco a tientas las grietas del destino,
los ojos cegados por el dolor;
la luna pálida alumbra el albor
que hace cada paso del camino
suplicio de la memoria olvidada,
letanía de ritmo hondo y grave,
vuelo lento de emigrante ave
que ya remonta la cumbre nevada
del tiempo, que alza orgullosa sus alas
y me arrastra a horizontes de grandeza,
palacios de lujosas antesalas
que encierran monumento a tu belleza,
olas de arena en las profundas calas
de esa risa que se tornó en tristeza.
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