Lanzada en noviembre de 2006 en Japón, Playstation 3 parecía destinada a darle continuidad al monumental éxito de su predecesora. El por entonces presidente de Sony, Ken Kutaragi, estaba tan convencido de ello que obligó al equipo de desarrollo a "incluir" una PS2 dentro de los circuitos de la nueva máquina, que ya de por sí era la más potente de la séptima generación e incluía un apartado técnico brutal, sobre el que luego volveremos. Sin embargo, y a pesar de todos los esfuerzos por repetir la senda del triunfo, PS3 se pegó un batacazo de los buenos durante sus primeros años de vida.
No resulta sencillo explicarlo, porque son varios los factores. En primer lugar, la arrogancia y prepotencia de una compañía y una junta directiva que, cegada por el éxito, se creía por encima del bien y del mal. Sus trasnochadas teorías de cómo hacer la mejor consola de todas los llevó a cometer decisiones muy, muy cuestionables, con un producto que costaba más de 800 dólares por unidad pero que, al ponerse a la venta a la cifra de 500 o 600 dólares (según el modelo), perdía entre 250 y 300 por cada venta, algo aún más surrealista si se tiene en cuenta que Xbox 360 costaba 400 dólares y Wii 250. Sin embargo, la arrogancia de Sony le llevó a hacer declaraciones delirantes del tipo "la séptima generación comenzará cuando nosotros lo digamos", en referencia a la diferencia de tiempo respecto al lanzamiento de las consolas de Microsoft y Nintendo. No por casualidad ambas, habían vendido ya un parque de consolas importante cuando salió PS3, que durante tres largos años tuvo que superar todo tipo de dificultades.
Además de llegar tarde a la generación, uno de las más importantes e inesperados problemas de PS3 fue su propio diseño, tan rematadamente complejo que hacía que los programadores se las vieran y se las desearan para hacer juegos para ella. A eso se suma la gran labor de Microsoft por "robarle" la exclusividad de títulos clave de la generación, como Grand Theft Auto IV y Final Fantasy XIII, que salieron para ambas, al tiempo que creaba sus propias exclusivas con juegos tan esenciales como Mass Effect y Bioshock. Por todo ello, y ante la ausencia de grandes exclusivas durante estos dos primeros años, puede decirse que hasta la llegada de Metal Gear Solid IV el catálogo de PS3 no comenzó a despertar de su letargo.
Hay que diferenciar claramente dos etapas en la vida de PS3. Desde 2006 hasta 2009 es un completo desastre, con cambio de presidente incluido y con un servicio online claramente deficiente en comparación con el de Microsoft, y que terminó casi en tragedia cuando unos hackers sabotearon el sistema y expusieron las cuentas bancarias de todos los usuarios del Playstation Home. A partir de 2009, el asunto cambia, y mucho. La carencia de juegos relevantes y la perplejidad ante la falta de éxito de la consola llevó a Sony a una profunda reflexión que pasó por un necesario rediseño del sistema, la PS3 Slim, que mejoró muchos de los problemas de calentamiento, memoria interna y procesamiento del sistema, aunque por el camino perdiera la ya innecesaria retrocompatibilidad con PS2. Esto rebajó el coste de producción, dejando la consola en 300/350 euros, un precio mucho más razonable. También se cambió el desastroso mando de control sixaxis y su extraño y poco intuitivo sistema de control por movimiento por el mucho más preciso DualShock 3, y se potenció una línea de lanzamientos que incluyeron grandes juegos exclusivos, como Uncharted 2, Heavy Rain o Gran Turismo 5. Al mismo tiempo, Sony negoció para traer a su catálogo la saga Mass Effect y Bioshock al completo, en un intento por reducir el éxito de su competidora, que le gana terreno a espuertas. Por último, dio un giro de 180 grados a la política online, con un servicio, el Playstation Plus, que por un precio más que razonable proporcionaba a los usuarios juegos gratis cada mes y todo tipo de descuentos y promociones. Rectificar es de sabios, a fin de cuentas.
El hardware
Con la llegada de la séptima generación se terminó aquella diferencia tan básica de los bits, que hasta más o menos PS2 y compañía nos había servido para entender la distancia de potencia técnica entre unas generaciones y otras. Playstation 3 es un portento técnico, en cualquier caso, con un procesador Cell Broadband Engine de 3,2 Ghz capaz de mover una barbaridad indecente de polígonos a alta resolución y con una fluidez más que razonable. Permite juegos en tres dimensiones con pantallas especiales, tiene todos los canales de sonido a la última y, por encima de todo, lee discos en formato alta definición de Blu Ray, una de las pocas victorias iniciales sobre su principal competidora, Xbox 360, que apostó por los fallidos discos HD DVD. Con la instauración del Blu Ray, mucho más lenta que la del DVD, eso sí, Sony ha ido ganando terreno hasta el punto de que en la octava generación que está a punto de empezar ambas consolas tienen lector de Blu Ray.
En 2010 Sony decidió plagiar, en el sentido más literal de la palabra, el sistema de control por movimientos de Nintendo Wii y sacó a la venta "Move", que básicamente consistía en lo mismo que lo que ya ofrecían el wiimote y el nunchuck. Se implementaron títulos como Resident Evil 5 o Heavy Rain, pero la falta de auténticos exclusivos y la mayoría de público "hardcore" entre los usuarios de PS3, más proclives a otro tipo de juegos, hizo que el sistema no terminara de funcionar y que fuera finalmente abandonado a su suerte. El hecho de que Sony no apueste ya por tonterías de este calibre, a diferencia de Microsoft y su incomprensible empeño con el dichoso Kinect, es un motivo de alegría para sus sufridos usuarios.
En honor a la verdad, hay que reconocer que desde 2010 PS3 se ha hecho con el liderato del mercado, coincidiendo con el bajón de Wii y la falta de grandes títulos para Xbox 360. Así, desde 2010 hasta la fecha, a escasos días para la salida de PS4, se puede decir que Sony finalmente se enmendó, pero porque no le quedó más remedio. Las cifras son elocuentes: mientras que ellos pasaron de vender 150 millones de PS2 a "solo" 80 de PS3, Microsoft pasó de vender 24 millones de Xbox a 80 millones de Xbox 360. En cualquier caso, y pese al arreón final de Sony, que coincidió con un abandono casi total de la compañía americana para centrarse en el desarrollo y los primeros juegos de Xbox One, estamos seguros de que esa teoría de que la "generación de consolas empieza cuando lo decimos" y demás cantinelas triunfalistas se les han pasado ya. Más les vale, desde luego.
El software.
El catálogo de Playstation 3 es excelente, con algunas de las obras maestras de la generación a título exclusivo, pero es forzoso reconocer que no es comparable al caso de PS2. Es necesario reconocer un sabor agridulce en el apartado de exclusivas First Party: la parte más agria se la llevan el Team ICO, que lleva años atascado con The Last Guardian, que ya nadie sabe cuándo, cómo o dónde saldrá (si es que finalmente sale) y Square-Enix, cuyo título exclusivo Versus XIII se ha convertido finalmente, tras mil retrasos y problemas, en Final Fantasy XV, un multiplataforma para la next-gen. En menor medida hay que hablar también de los dos God of War (3 y Ascension), que no terminaron de cuajar como las primeras entregas de PS2, aun siendo buenos juegos. Algo parecido le ocurrió a Gran Turismo 5, que sufrió todo tipo de retrasos, bugs y errores que Polyphony ha tenido que ir puliendo con decenas de parches (veremos qué pasa finalmente con GT6, aunque todo indica que irá mejor).
El lado dulce de las exclusivas se lo llevan, con diferencia, Naughty Dog, Quantic Dream y Thatgamecompany. La saga Uncharted, The Last of Us, Heavy Rain, Beyond: Two Souls y Journey están entre nuestros favoritos de la generación, por su excepcional calidad y valores de producción. Estamos hablando de juegos que proporcionan diversión, calidad y emoción a raudales, cada uno desde su particular enfoque. Son estos juegos los que han hecho dar un salto cualitativo al catálogo del sistema, que año tras año ha ido recuperando el terreno perdido respecto de Microsoft, junto a decisiones tan acertadas como el Playstation Plus en su servicio online, al que tanto y con tanta razón se le ha criticado.
1.- The Last of Us
Sin lugar a dudas, este es uno de los cantos de cisne más espectaculares que ha conocido jamás una consola. Todos pensaban que tras el éxito de la saga Uncharted, Naughty Dog se lanzaría a por una cuarta y cómoda entrega que tenía garantizadas las ventas de antemano, ya en el ciclo final de la consola. Sin embargo, el estudio americano se lanzó a una odisea post-apocalíptica de corte existencial en la que la humanidad ha sucumbido casi por completo a la amenaza de una plaga infecciosa que convierte a los seres humanos en unas criaturas horriblemente deformadas, una curiosa mezcla entre el tradicional zombi y una planta carnívora. El juego nos pone en la piel de Joel, un hombre marcado por un pasado traumático que debe escoltar a una adolescente por una serie de escenarios urbanos y naturales, a cual más desolado y terrorífico, donde la supervivencia y el cerebro se imponen al músculo y gatillo fácil. Todo en The Last of Us está hecho para impresionar, desde un apartado técnico que toca el techo de la consola, pasando por una labor de actuación soberbia y una banda sonora de Gustavo Santaolalla para quitarse el sombrero. Lo mejor de todo es esa capacidad que tiene el juego para hacerte creer que estás explorando un mundo que ha llegado a su final, donde antes hubo gente que pobló cada casa y cada rincón que recorremos junto a una Ellie siempre dispuesta a asombrarnos con sus comentarios y su notable inteligencia artificial. El momento del enfrentamiento, ya sea con humanos o con infectados, supone una de las mecánicas más precisas, soberbias y tensas que hemos vivido jamás a los mandos de un videojuego, el complemento perfecto para ese recorrido interior y exterior de unos personajes abocados a la tragedia que transitan por un mundo creíble, soberbio a nivel técnico y lleno de instantes para la eternidad, desde los primeros instantes de la infección hasta ese final apoteósico que es capaz de poner los pelos de punta al más curtido en estas lides del survival horror con toques de aventura, acción y exploración en tercera persona. The Last of Us es la obra maestra del catálogo de PS3, con gran diferencia sobre todo lo demás, y la mejor prueba de que Naughty Dog es el estudio más importante, con permiso de la todopoderosa Rockstar, de la presente generación.
2.- Mass Effect 2
Aunque no se trata de un exclusivo de la consola (la versión de Xbox 360 salió un año antes), es de justicia destacar el trabajo de Bioware para la que muchos consideramos la versión definitiva de esta auténtica joya de la séptima generación, que además de incluir una dosis considerable de contenido DLC está hecho con el motor gráfico de la tercera entrega, lo que le dota de un salto cuantitativo y cualitativo incomparable a otras versiones. En cuanto al juego en sí, y manteniendo muchas de las virtudes de su excelente primera parte, Mass Effect 2 retoma la odisea del comandante Shepard y su tripulación para proteger la galaxia de la amenaza de los temibles segadores, una especie que cada 50.000 años se presenta para aniquilar toda forma evolucionada de vida orgánica. Tras tomar de nuevo el control de la Normandía, Shepard debe recorrer la galaxia entera en busca de miembros para su tripulación, cada uno con sus propias misiones, así como recursos y materiales para prepararse para la última misión del juego. En todo momento tomamos decisiones a través de nuestras conversaciones con el resto de personajes, dotados de un doblaje fabuloso y un apartado técnico excepcional. Y a diferencia de la primera entrega, las mecánicas de combate se han mejorado abismalmente, poniéndolo a la altura de los grandes del género. Ahora sí es un reto divertido y desafiante enfrentarse el control de los personajes, al sistema de coberturas y al de disparos, que ocupa buena parte del desarrollo del juego. Más de 40 horas de juego, decenas de personajes, una banda sonora de Jack Wall estremecedora y un desarrollo abierto son las claves de un juego que, una vez alcanzada la misión suicida contra la base recolectora, proporciona uno de los finales más épicos, gloriosos y emocionantes que hemos experimentado nunca. Cada decisión, cada paso del camino ponen en peligro las vidas de nuestros hombres que, solo en el caso de haber trabado con ellos la debida lealtad, tendrán opciones de llegar con vida al final del juego. Y esto es algo que determina todo lo demás, ya que nuestra partida se importa a la tercera entrega, también magistral, dando continuidad a todo nuestro esfuerzo. Desde que terminamos el juego (por tercera vez), contamos los meses, los días y las horas para que salga ya de una vez Mass Effect 4. Con diferencia, estamos ante la saga más importante de la séptima generación.
3.- Journey
Cuando uno se plantea qué clase de experiencias ha vivido en esta generación respecto de las anteriores, casos como el que ocupa el número uno parecen muy evidentes, pero más aún lo es en el caso de Journey. No hay nada, absolutamente nada, parecido a este juego ni en el catálogo de PS3 ni en el de ninguna otra consola. No hay un solo juego que sea en apariencia tan sencillo, tan simple su planteamiento y sus mecánicas, y sin embargo proporcione la experiencia audiovisual, la profundidad de sentimientos y emociones que desata Journey de principio a fin. Lo que en principio parece una aventura lineal en tercera persona se va destapando poco a poco, paso a paso de un camino por un fabuloso desierto y unas ruinas míticas como uno de los juegos más absorbentes, técnicamente más cuidados y, muy especialmente, mejor orquestados de la séptima generación. El viaje de una extraña criatura a lo largo y ancho de un paraje plagado de belleza se convierte en el viaje de otros muchos, con un modo cooperativo sencillamente mágico, basado en la interacción más básica posible, a través de sencillos gestos y ruidos, pero consigue transmitir una sensación de compañía en medio de la desoladora embriaguez de sus escenarios, todos ellos creados con un mimo y un cuidado que va desde el brillo del sol sobre las dunas del desierto a los reflejos del agua en las ruinas o las cumbres nevadas de su tercer acto, con un final apoteósico que es de lo mejor que hemos experimentado jamás a los mandos de un videojuego. Y por encima de todo, por encima de los muchísimos aspectos sobresalientes de este juego destaca la banda sonora de Austin Wintory, a nuestro juicio la mejor que se ha creado jamás para un videojuego, que va modificando sus notas de acuerdo con nuestras acciones y alcanza momentos climáticos como el final del juego (Apotheosis) que no tenemos muy claro cómo es posible superar. Es tal la belleza de este juego, es tal su capacidad de conexión emocional con el jugador, que ni su escasa duración ni su cuestionable rejugabilidad son óbice alguno para considerarlo como lo que es, una obra maestra sin paliativos.
4.- Uncharted 2: El reino de los ladrones
Pocos juegos han hecho tanto por levantar a PS3 de la mediocridad en la que andaba metida allá por 2007 como Uncharted. Nadie hubiera dicho que detrás de aquella aventura de acción explosiva, digna heredera del espíritu de Indiana Jones y de Tomb Raider, estaba Naughty Dog, un estudio del que nadie esperaba grandes milagros pese a haber creado notables títulos en anteriores generaciones de Playstation, como Crash Bandicoot o Jak & Daxter. Nadie hubiera dicho, tampoco, que solo dos años después el mismo estudio era capaz de enmendarse la plana a sí mismo con esta auténtica obra maestra que recogía todo lo bueno de su predecesor y lo elevaba a la enésima potencia, con escenas tan absolutamente demoledoras como la carrera por los tejados de Nepal o la escena de la persecución en el tren, que pasará a la historia de los videojuegos como una de las secuencias de acción más apasionantes de todos los tiempos. Todo en Uncharted 2: El Reino de los Ladrones es puro espectáculo, del bueno y del digerible, sin grandes dramas ni complejidades que entorpezcan el interés, único y evidente, de que el jugador se lo pase bomba desde el primer hasta el último minuto del juego. Un sistema de control depurado al extremo, una mecánica de disparos sencilla e intuitiva y un sentido del humor bastante infrecuente en la generación son motivos más que suficientes para hacer grande a un juego que combina, con gran sabiduría, la aventura, la acción y la exploración, y que descansa básicamente en la frescura de un Nathan Drake y un Sully que están pidiendo a gritos que alguien los lleve a la gran pantalla. Por mucho que la tercera entrega quisiera competir en esta en tono épico y espectacularidad, no llegó a la altura del perfecto equilibrio conseguido por El reino de los ladrones. Y, en otro orden de cosas, qué tema principal de su banda sonora, madre mía. Qué temazo.
5.- Metal Gear Solid IV: Guns of the Patriots
No podía quedarse este top 10 sin que Solid Snake tuviera algo que decir al respecto. Adorado por muchos y criticado por otros tantos, Hideo Kojima puede presumir de haber creado una de las sagas más fascinantes y polémicas de la historia del sector con las andanzas de este espía y las múltiples derivaciones de su compleja historia familiar y laboral. Aunque sea necesario un curso intensivo para estar al corriente de todo lo que cuenta su cuarta entrega, incluyendo el haber jugado a todos los juegos anteriores, Guns of the Patriots supuso un antes y un después en muchos sentidos. Fue la primera vez en que el control o la cámara no nos traicionaban en el peor momento, pero además de eso tenía un aspecto técnico impecable, un doblaje magnífico y hasta un modo online que ha sido una de las joyas de la corona hasta que fue cancelado en previsión del futuro lanzamiento de la quinta entrega, prevista para 2014. De vuelta a 2008 Kojima planteó este juego como la despedida final, y por ello planteó decenas de cameos, momentos para el recuerdo (ay, esa base nevada a la que volvemos, qué ganas de echarse a llorar de emoción) y apariciones estelares, entre ellas la resurrección del personaje maldito de Raiden, que hacen de este juego algo realmente especial dentro de la saga. No obstante, nada de esto funcionaría sin un Solid Snake más avejentado, irónico y sagaz que nunca, capaz de medirse él solito a cuantos desafíos le plantee la amenaza nuclear de turno para salir airoso, una última vez, y poner un broche de oro a su participación en la saga. Puede que alguno haya arrojado al mando de pura desesperación durante alguna de sus 9 horas de vídeo, en especial con ese final que se alarga en exceso, pero el que haya tenido paciencia habrá descubierto un juego que, más que ningún otro, hace verdadero honor a su leyenda. MGSIVno es perfecto, pero es lo más cerca de la perfección que ha estado nunca la franquicia.
6.- Assassin's Creed II
Si ha habido una saga que ha destacado en esta generación, por lo apasionante de su historia y por lo prolífico de su presencia (salen ya a una entrega anual, y las que quedan), esa es Assassin’s Creed. La primera entrega nos ponía en la piel de un asesino en tiempos de las Cruzadas, que pese a lo magnífico de su ambientación pecó en exceso de resultar repetitiva y limitada. Los chicos de Ubisoft tomaron buena nota de las críticas y llevaron la segunda entrega a límites que, a nuestro juicio, no han sido superados por las restantes. En primer lugar, la ambientación es magnífica, con una Italia del Renacimiento que jamás se había visto antes en un videojuego, con ciudades tan emblemáticas como Venecia o Florencia, plagadas de personajes que se comportan de un modo creíble y situaciones mucho más variadas a la hora de ponernos en la piel de Ezio Auditore, con diferencia el mejor personaje de toda la saga. Sus andanzas para vengar una tragedia familiar nos pondrán, además, en la pista clave para desentrañar el misterio genérico de la saga, ese que vive Desmond Miles en un tiempo presente que resulta más entretenido y menos retórico que en la entrega anterior. Todo en el juego está hecho para disfrutar, con personajes como Leonardo da Vinci o la malvada familia Borgia para aportar su grano de veracidad histórica a un relato, no lo olvidemos, anclado en los cánones de la ciencia ficción más entretenida. ACII es un juego largo, profundo y variado, que solo por su fiel representación de la Europa renacentista ya merecería un puesto de honor en este listado, y al que únicamente la ausencia de Roma, protagonista absoluta de la siguiente entrega, y unas más que cuestionables decisiones sobre los DLC del juego apartan de puestos más altos. El resto, como ese impresionante final que a más de uno nos dejó con la boca abierta, son ya historia del videojuego.
7.- Ni no Kuni
En una generación que ha conocido una de los mayores decepciones del referente obligado del rol en las últimas décadas, Final Fantasy XIII (y secuelas), y con colosos como Skyrim llevándose el gato al agua a la hora de la verdad, hizo falta una combinación de talentos inédita hasta la fecha, Studio Ghibli y Level 5, para dar vida a este magnífico exclusivo de PS3. Ni no Kunies un jrpg de la vieja escuela, con su sistema de batallas por turnos (pero en un mundo dinámico, ojo), con ecos magníficos de Pokemon y con una historia entrañable, plagada de personajes carismáticos y una variedad de escenarios y situaciones como hacía tiempo que no se veían. Todo ello está acompañado de un apartado audiovisual sencillamente irrepetible, con Joe Hisaishi al frente de una partitura perfecta, y un diseño que hace parecer que estamos viviendo una auténtica película de dibujos animados. Todo en Ni no Kuni está cuidado al detalle, incluyendo las más de 15 horas de juego garantizadas tras haber terminado la historia principal, que oscila entre las 30 o 40 horas, dependiendo de la pericia del jugador. Un sistema de combate impecable, un interfaz de mejoras y una base de datos, el vademécum del mago, de total antología son solo algunos de los motivos por los que este juego se corona, sin dificultades, como el único y más digno heredero de una tradición ancestral de grandes juegos de rol japoneses. Una de las joyas del catálogo de PS3, sin lugar a dudas.
8.- Heavy Rain
Se ha escrito mucho sobre Heavy Rain, para bien y para mal, pero lo cierto es que el paso del tiempo lo está colocando con total justicia en uno de los puestos de honor del catálogo de PS3. Se podrá discutir su mecánica de juego, el extraño control de los personajes o la sobreabundancia de Quick Time Events, pero lo que es innegable es que el jefe de Quantic Dream tiene un talento especial para contar historias con tecnología avanzada. El juego, en el que controlamos a cuatro personajes bien diferentes para seguir la pista del misterioso asesino del Origami, está estructurado en muy diversos y variados capítulos, con posibilidad de desenlace múltiple que afecta incluso a cuántos de nuestros héroes llegarán con vida al final de la historia. A nivel visual el juego es soberbio, con una recreación facial hasta entonces inédita, un doblaje estupendo y un universo creíble y plagado de detalles con los que podemos interactuar. El uso del sixaxis, ese gran incomprendido del hardware de PS3, nos lleva a realizar desde acciones cotidianas como afeitarnos o darnos una ducha a salvar la vida de un volantazo en una autopista en sentido contrario.Heavy Rain es un portento narrativo que juega como ninguno con la intriga y el suspense, bebiendo sabiamente de grandes referentes del género tanto de literatura como de cine, para desembocar en un clímax de auténtico infarto. El hecho de que las decisiones de cada jugador determinen el tipo de desenlace que va a conocer es solo una muestra más de que juegos como este comienzan a bordear la frontera entre un videojuego y una película, lo que no gustará a todo el mundo, claro. Sin embargo, momentos como el citado de la autopista, las pruebas del asesino o la investigación del agente del FBI con su alta tecnología son solo algunos de los momentos inolvidables de una historia que todo el mundo debería jugar al menos una vez. Aunque solo fuera para opinar con criterio sobre un juego tan original como inclasificable.
9.- Bioshock
Anunciado en principio como un exclusivo de Xbox 360, Bioshock nace de la mente de un Ken Levine empeñado en reinventar los cimientos del género delFirst Person Shooter, encallado como pocos en una serie de clichés sobre el pasillo y el tiro al pato sin sentido. El sueño de Levine era el de contar una historia a través de un género tradicionalmente destinado a la acción más que a la aventura, al gatillo fácil más que a la exploración o interacción con otros personajes. Hay quien sostiene que aún estamos lejos de alcanzar ese sueño, pero en El rincón del píxel creemos que, gracias a Bioshock, estamos un poco más cerca. Este juego nos traslada a la ciudad submarina de Rapture, que en los años 50 floreció bajo la batuta del impagable villano Andrew Ryan, un megalómano empeñado en desarrollar una civilización al margen de las normas establecidas por la sociedad. A lo largo de nuestro viaje por la decadente y destruida ciudad, nos encontraremos con todo tipo de personajes, a cual más loco y desfasado, que intentarán por todos los medios que no lleguemos ante el líder supremo. El viaje que propone Bioshock está plagado de momentos inolvidables, desde la entrada a la ciudad hasta un final de esos que quitan el hipo, y por el camino atravesamos todo tipo de escenarios submarinos, de atmósfera opresiva y agobiante, por los que únicamente nuestro instinto de supervivencia y unos súper poderes llamados plásmidos nos mantendrán con vida. La palma, no obstante, se la llevan esos magníficos personajes llamados Big Daddy, que con esas inquietantes niñas a sus hombros recorren los oscuros recovecos de la ciudad esperando a que alguien cometa la osadía de enfrentarse a ellos y su temible arsenal andante. Una ciudad, un hombre, un desafío. Y vaya desafío.
10.- Gran Turismo 5
Para tratarse de una franquicia irreprochable hasta la fecha, lo cierto es que el papel de Gran Turismo en PS3 no está exento de cierta polémica. A escasas dos semanas de que salga a la venta la sexta entrega, que seguro que mejora a la quinta parte en contenido y calidad, lo cierto es que llega muy tarde en el ciclo de vida de la consola como para tenerla en cuenta frente a GT5. Anunciado en 2007 y pospuesto varias veces, finalmente el juego vio la luz en 2010 con no pocos problemas. De sus más de 1000 vehículos buena parte de ellos eran "standard", es decir, importados de anteriores juegos y con una cantidad de polígonos, texturas y detección de colisiones inferior a la de los vehículos "premium", cercanos a los 250 modelos, que permitían vista en primera persona y estaban realmente a la altura de la séptima generación. Al margen de eso, el juego presentaba un buen número de pequeños errores, glitches y demás bugs que Polyphony ha ido solucionando con diferentes actualizaciones gratuitas a lo largo de estos tres años, recogidas todas ellas en la GT5 Academy Edition cuya portada acompaña a esta entradilla, y que es con diferencia la mejor versión y que desde aquí recomendamos encarecidamente. Por mucho que el juego corra a 1080p, con una tasa de frames estables y con una calidad gráfica que deja en pañales todo el catálogo de PS3, con más de 80 circuitos, decenas de carreras, licencias, pruebas de conducción y modo online (e incluso 3d estereoscópico), y que sin duda se trate de la cima de la saga hasta la fecha, hay que reconocer que en esta generación Turn 10 lo ha hecho mejor con Forza en Xbox 360, especialmente con una cuarta entrega impecable. Aun así, la gente de Yamauchi ha hecho estos años una labor encomiable para actualizar su producto, que no por casualidad ha sido el que mejor ventas ha obtenido en toda la época de PS3, con más de 11 millones de copias, y desde luego cualquier amante de la conducción más exigente tiene en GT5 una compra sencillamente obligada. Lástima que no haya alcanzado las cotas de perfección que se esperaba de él, y que esperamos que la sexta entrega pueda enmendar sobradamente, como todo lo anunciado hasta la fecha parece indicar.
1 comentario:
el Ni no Kuni no lo conocía pero lo pongo en la lista de los futuros juegos, el heavy rain es uno al que le tengo muchas ganas pero no tengo el tiempo XD
sobre lo demás poco que decir, porque pese a tenerla la he catado poco, el singstar XD y el final XIII, no por falta de ganas, pero es que tengo aun muchos pendientes de la play 2, soy una jugadora lenta
pero anoto las sugerencias :D
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