lunes, 26 de diciembre de 2011

Rosa de los vientos





Déjate llevar, niña de mis ojos,


por este dulce sueño que te embarga;


déjate llevar, niña, que ya el alba


volverá a barnizar de luz tu rostro.




Sea tu sueño calma en conciencia


de quien se sabe amada por todos,


sean tus guías del sueño los nodos


que enlazan la ilusión y la inocencia.




Deja que te mire, ángel claroscuro,


deja que te mezca, ninfa del tiempo,


déjame velar ese sueño tan puro;




déjate llevar, rosa de los vientos,


que ante ti se abre espléndido el futuro


cual arte naciente en un nuevo lienzo.

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