En la Universidad aprendí una lección valiosa acerca de lo que suponía generar o repetir opinión. La verdadera calidad está, según mis maestros, en aquellas obras capaces de generar debate de ideas a su alrededor, que aportan algo realmente significativo, frente a otras donde únicamente lo expuesto es una recolección de lo conocido en otras fuentes. Pues bien, apártenle todo el aparato retórico a lo anterior, y en el terreno de los videojuegos hay sólo unos pocos que puedan decir que han aportado ideas realmente originales.
Parece haber un cierto consenso general al referirnos al género de la lucha, que antes de 1992 no existía prácticamente, y que a partir de entonces conocería verdaderas avalanchas de títulos, en especial en el ámbito de los arcades.
La culpa de todo ello es del fenomenal Street Fighter II, que se parece tanto a su predecesor de 1987 como el huevo a la castaña. Esta secuela reunía a 12 luchadores carismáticos y llenos de golpes contundentes, y le otorgaba a las dos dimensiones unas posibilidades hasta entonces desconocidas, con unas combinaciones tan sencillas como intuitivas. Cualquier jugador, en manos adecuadas, era capaz de tumbar a todos sus rivales, lo que añadía un elemento de equilibrio a un género, a partir de entonces, plagado de mediocridades con uno o dos personajes que solían estar muy por encima del resto.
No cabe duda de que SFII redefinió el género (lo reinventó, diría yo), y que a partir de entonces todos y cada uno de los arcades de lucha remiten, de forma más o menos descarada, a aquel. Baste decir que para la cuarta entrega, tan espectacular como todo lo que se hace en última generación, los programadores de Capcom han decidido traer de vuelta a los 12 luchadores originales y añadirles otros tantos de relleno. Pero un dato curioso: a pesar de su apariencia 3-D, el juego sigue desarrollándose en dos dimensiones, y posee la misma mecánica y sistema de combate. ¿Casualidad? No lo creo. Cuando una obra maestra lo es no hace falta modificar nada y por eso la cuarta entrega de esta saga no es otra cosa, en definitiva, que un lavado de cara del original.
SFII era una maravilla, un juego rápido, adictivo y diferente en cada partida, con una tensión y emoción como ningún otro arcade de lucha había conseguido antes ni conseguiría igualar después. Con diferencia, el mejor en su género.
P.d: http://www.youtube.com/watch?v=0ma66BsZhKw&feature=related Sobra decir que a Nintendo le faltó tiempo para conseguir la exclusiva de SFII para su SNES. (Es que no fallaban ni una, por aquel entonces). Para el que quiera comprobar cómo cambian los tiempos (en apariencia, no en esencia), aquí va un enlace de SFIV: http://www.youtube.com/watch?v=16n6uXZ-bKI&feature=channel
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